NEURODIVERGENCIA Y ADICCIONES

Un riesgo silencioso que debemos atender

Las personas neurodivergentes tienen un mayor riesgo de desarrollar adicciones debido a una combinación de factores biológicos, emocionales y sociales que les afectan de manera particular. A lo largo de estas líneas, vamos a explorar las razones por las que algunas personas son más propensas a desarrollar adicciones.

Los principales factores de riesgo que nos encontramos son:

1. Dificultades emocionales: La incapacidad de regular las emociones en muchos neurodivergentes los lleva a recurrir a sustancias o comportamientos adictivos para aliviar la tensión y el malestar.
2. Sensibilidad sensorial: La búsqueda de un equilibrio sensorial, ante una hipersensibilidad o hiposensibilidad, puede llevar a algunas personas a utilizar sustancias que alteran temporalmente la percepción y disminuyen la ansiedad. 3. Impulsividad: Esta característica frecuente en algunas personas neurodivergentes, las lleva a tomar riesgos, como el uso de drogas o alcohol, sin pensar en las consecuencias.
4. Aislamiento social: El aislamiento social, consecuencia de dificultades en las relaciones, puede llevar a algunos a desarrollar adicciones como forma de conexión o alivio.
5. Comorbilidades: Es habitual que la neurodivergencia vaya de la mano de condiciones como la ansiedad y la depresión, elevando la susceptibilidad a desarrollar adicciones.

Para reducir el riesgo, podemos adoptar las siguientes medidas:

1. Estar alerta a cambios: Presta atención a señales como irritabilidad, alteraciones en el sueño o el apetito, y pérdida de interés en actividades habituales
2. Fomentar la comunicación: Permitir que se expresen libremente y sin miedo ayudará a identificar problemas de adicción a tiempo.
3. Prevenir a través de la información: Detallar los efectos negativos del consumo de drogas y adicciones puede ayudarles a evitar situaciones perjudiciales.
4. Buscar ayuda profesional: Solicitar la ayuda de profesionales que comprenden la neurodiversidad es fundamental para recibir un tratamiento personalizado y efectivo. 5. Desarrollar habilidades de afrontamiento: Enseñar estrategias para manejar el estrés y las emociones puede prevenir que las personas busquen en las sustancias un alivio temporal.
6. Establecer redes de apoyo: Conectar con grupos sociales o redes de apoyo puede servir como un escudo contra el aislamiento y las adicciones.

Si bien la relación entre la neurodiversidad y las adicciones constituye un desafío multifactorial, un enfoque proactivo y basado en evidencias puede transformar esta realidad, promoviendo la recuperación y el bienestar.

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