LA SOLEDAD EN LA NEURODIVERSIDAD

La búsqueda del sentido de pertenencia

La soledad es una emoción humana que en algún momento todos hemos sentido. Sin embargo, para las personas neurodivergentes, esta sensación puede ser aún más intensa. No se trata sólo de estar solo en plano físico, sino de un aislamiento emocional que afecta directamente su bienestar mental y emocional. Las diferencias en la comunicación, la percepción sensorial y las interacciones sociales suelen dar lugar a malentendidos, lo que provoca la exclusión y, en consecuencia, a una mayor sensación de soledad y aislamiento.

El sentido de pertenencia es fundamental para cualquier persona. Nos ayuda a afrontar los retos del día a día. No obstante, encajar en los modelos sociales convencionales puede resultar particularmente complicado para las personas neurodivergentes, lo que genera frustración, incomprensión y una sensación de no ser aceptados tal como son.

De nuestra mano está ayudar a cambiar esta situación y lo podemos hacer poniendo en práctica algunas estrategias:

1. Sensibilización: A través de la educación sobre la neurodiversidad. Cuanta más entendamos estas experiencias, menos estigmas existirán.

2. Espacios seguros: Crear lugares donde las personas neurodivergentes puedan expresarse sin miedo a ser juzgados. Ya sean físicos o virtuales, deben estar adaptados a sus necesidades.

3. Conexiones reales: Generar oportunidades para que las personas neurodivergentes se relacionen con otras con intereses similares fomentando la creación de vínculos.

4.Escucha activa: Escuchar activamente para construir una sociedad inclusiva. Sus experiencias nos permitirán tener una perspectiva diferente de las cosas y podremos tener una mejor convivencia.

La inclusión no es solo un objetivo, es una necesidad. Todos merecemos sentirnos parte de algo, y es nuestra responsabilidad construir un entorno donde nadie se quede atrás.

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