¿Qué es y por qué es importante comprenderla?

La discapacidad dinámica, presente en el día a día de muchas personas neurodivergentes, engloba diversas condiciones, visibles o no, que afectan la capacidad de una persona para funcionar de manera cotidiana. A diferencia de otras discapacidades, no es algo fijo: su impacto fluctúa en función de las necesidades de cada momento. Y justo esa variabilidad es la que suele provocar malentendidos y, a menudo, estigmatización por falta de información y empatía.

Es fundamental que se entienda bien este tipo de discapacidad para construir una sociedad realmente inclusiva. Muchas veces se minimiza o se interpreta mal lo que viven las personas con discapacidad dinámica. Por eso, hay tres puntos clave que hay que tener claros:

Diversidad de experiencias: No todas las personas con discapacidad dinámica viven las mismas dificultades. Cada caso es único y es importante no caer en generalizaciones.

Obstáculos cotidianos: Aunque no siempre se ven, las barreras están ahí. Desde la falta de accesibilidad en espacios públicos hasta la incomprensión en el trabajo, estas limitaciones restringen su participación en la sociedad.

Impacto emocional: No solo son retos físicos o mentales. El desgaste emocional es real, y la empatía y el apoyo son imprescindibles para acompañar en el proceso.

Para avanzar en la comprensión de esta realidad, hay varias propuestas que pueden ayudar:

Campañas educativas para explicar en qué consiste la discapacidad dinámica.

Testimonios personales que pongan rostro y voz a estas experiencias.

Formación inclusiva desde la educación para crear una base más empática.
Eventos comunitarios que impulsen la visibilidad del tema.

Uso de lenguaje respetuoso y sin paternalismos.

Cada paso cuenta para romper estigmas. No basta con “mejorar”, hay que entender y apoyar de verdad.