Una barrera para la inclusión laboral

La neurodivergencia ha ganado visibilidad en los últimos años. Sin embargo, a pesar de los avances en la comprensión y aceptación de estas diferencias, muchas personas neurodivergentes aún se enfrentan a obstáculos al intentar desenmascarar su condición en el entorno laboral. Veamos algunas de las dificultades, centrándonos en el diagnóstico tardío:

Diagnóstico Tardío. Uno de los principales desafíos para las personas neurodivergentes es el diagnóstico tardío. Muchas veces, no reciben un diagnóstico adecuado durante su infancia o adolescencia, lo que puede llevar a una falta de comprensión sobre sus propias necesidades y habilidades. Este retraso, además de afectar a su autoestima y bienestar emocional, también complica su capacidad para comunicar sus necesidades en el trabajo. Sin un diagnóstico claro, es difícil solicitar adaptaciones necesarias o incluso reconocer cuándo se necesita ayuda.

Falta de Apoyos y Adaptaciones Laborales. Otra dificultad es la falta de apoyos y adaptaciones laborales adecuadas. Actualmente, las empresas no cuentan con el conocimiento necesario para implementar cambios que beneficien a los empleados neurodivergentes. La ausencia de un entorno inclusivo no solo limita el potencial de estos trabajadores, sino que también perpetúa un ciclo de estrés y ansiedad.

Supervivencia ante la Discriminación. La discriminación sigue siendo una realidad para muchas personas neurodivergentes y no solo en el trabajo. El miedo a ser juzgados o rechazados por su condición puede llevar a muchos a ocultar su neurodivergencia, adoptando comportamientos que les permitan encajar en un molde normativo. Este proceso de enmascarar o “masking» es agotador y puede tener consecuencias negativas para su salud mental.

Desenmascarar la neurodivergencia no debería ser un acto heroico; debería ser una experiencia normalizada y aceptada en todos los entornos laborales.